Nocturnidad y tal...: Luna, te adoro.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Luna, te adoro.





En la entrada anterior, os dije que era un enamorado del cielo.

Soy el tontito que se pasa el día y la noche mirando hacia arriba cada vez que salgo a la calle. Pero es que de verdad, es algo que no puedo evitar, porque ni siquiera lo pienso, es un movimiento automático de mi cabeza.

Y estar enamorado del cielo, conlleva también estar enamorado de todo lo que por él se pasea a sus anchas, el sol, las estrellas, las nubes y sobre todo, mi satélite amado, La Luna.

The Moon, esa gran belleza monumental que se muestra ante nosotros la mayoría de noches, inundándonos de luz con su reflejo solar, permitiéndonos ver cada una de sus fases a lo largo de su ciclo de 28 días.

Y como todo en esta vida, la Luna tiene sus dos caras al igual que las personas, las monedas, la verdad, Jekyll y Mr. Hyde…
Es por eso que se me hace tan enigmática. ¿Por qué la Naturaleza no permite que podamos ver la otra cara de la Luna desde la Tierra? ¿Por qué no nos merecemos ese derecho de ver lo que nos esconde ese bello satélite?

Existen cientos de historias y leyendas diferentes bajo el manto de la Luna; creíbles, increíbles, contrastadas, anecdóticas, alucinantes, ridículas, pero al fin y al cabo son eso, historias.

Dicen que influye sobre las mareas, que influye sobre los partos, que influye sobre los cultivos y que influye sobre el estado emocional de las personas.
Yo no sé si todo esto es cierto, o es una pura intención de explicar cosas que realmente no tienen explicación.
Yo solo sé que a mí, me influye de una manera: siento adoración por ella.

Me acuerdo que ya cuando era un niño, veía la Luna de otra manera respecto a los compañeros de mi cole. Ellos veían una bola de luz en el cielo todas las noches, yo veía algo que me hacia sentir bien, sentirme diferente.
Y es que para mí, la Luna siempre ha sido algo inexplicable. Cuando era niño pensaba: -¿Cómo puede permanecer eso ahí arriba sin caerse sobre la Tierra?
Era una obsesión lo que sentía por ella, lo que me llevó a interesarme por ese cuerpo flotante a lo largo de mi infancia y adolescencia.

Los que me conocen desde niño, igual se quedan sorprendidos al leer todo esto, porque nunca hablaba de esta obsesión, ni con mi familia en casa, ni con mis amigos ni nada. Eso es porque yo antes, era más reservado que la cara oculta de la Luna. Quizás por eso, ahora, aprovecho este blog, para dar a conocer mis pensamientos a los que me leéis, sintiéndome liberado de esa manera de ser que tenía entonces.

Dicen que la Luna es 500.000 veces menos brillante que el Sol, quizás por eso es capaz de cautivar nuestras miradas y dar un ritmo armónico a la vida de la Tierra.
Yo más que como un simple satélite, la veo como un ángel que vela por nosotros y nos ilumina cuando el Sol ya no está entre nosotros.

Es por eso por lo que hoy, he decidido dedicar mis palabras a esa belleza natural que se encuentra en el cielo, todos y cada uno de los días de nuestra vida.
Más cerca, más lejos, más iluminada, más oscura, brillante en la noche, tenue durante el día….
Da igual.  Ella siempre está en mis pensamientos y obsesiones. No lo podré evitar nunca.

Para terminar esta entrada, os voy a mostrar dos fotografías que tomé de la Luna, con un objetivo de gran distancia focal (650-1300 mm) que me trajo Papa Noël las Navidades pasadas (quien dice Papa Noël, dice mi mujer y las chiquillas, jejeje) al que yo cariñosamente llamo “La Tubería”.
Es un objetivo que me permite acercarme bastante a esa obsesión mía que es la Luna, permitiéndome ver con detalle cada uno de sus numerosos cráteres y mares.

La primera fotografía está tomada a 1300mm, por lo que no me entraba todo el cuerpo en el visor, y al estar tomada en su fase de cuarto creciente, decidí nombrarla “Cuarto de Luna”.
Es una fotografía que hice para presentarla a un concurso interno de la asociación a la que pertenezco, la Asociación Fotográfica Novelda, podéis visitarla desde el banner de la derecha del blog.

La segunda fotografía, también está hecha con mi tubería, pero aquí conté más con el factor suerte. Estaba realizando fotografías al satélite en su fase llena, cuando observé que un avión a lo lejos, llevaba el rumbo en línea justo hacia donde estaba la Luna, para pasar por delante. No me lo pensé dos veces y preparé el objetivo encuadrando la brillante bola y esperando a que el pájaro de hierro se interpusiera en nuestro camino. Como digo, el factor suerte jugó mucho aquí, y ahí os dejo el resultado.

A partir de ahora y en futuras entradas, veréis como la Luna es parte fundamental de muchas de mis fotografías, pues no lo puedo evitar, es mi amor platónico.

Un abrazo a todos, y hasta la próxima! ;-)


                                                                      Cuarto de Luna



                                                                                                   Viaje a la Luna




6 comentarios:

  1. ¡¡¡¡Bravo David, qué buenas!!!!, la del avión se sale tío.... enhorabuena.

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    1. Gracias Paco! La verdad que fue muchisima suerte la que tuve.
      Ya veremos si encuentro otra oportunidad como esta! ;-)

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  2. Buen articulo David! y buenas imagenes de nuestra querida, yo hace poco estuve 4 dias a solas con ella y te puedo asegurar que acabe hablando con ella, menos mal que no me contestó porque entoces si que estaria para que me encerraran.

    Saludos

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    1. Ojalá hubieras tenido la suerte de que te contestase, a mi me contesta, jejeje.

      Pasar horas simplemente mirándola, también es una afición mia. Te atrapa de una manera inevitable. Y si además disfrutas de ello pues más que mejor.

      Gracias por tu comentario Javi, un saludo.

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  3. Menuda caza...... !!! una por proximidad y la otra por el avión.....!!!!! Enhorabuena....!!!!! ;-) Queremos ver más.....!!!!! jejejejej un saludo, David.!

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    1. Muchas gracias Juanan! Seguro que más adelante pondré más!
      Un saludo!

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